16.10.18 Experiencias del Voluntariado de Verano 2018. Un año más, la gran familia de PROYDE Zaragoza se dio cita en el colegio La Salle Gran Vía para escuchar las experiencias del voluntariado internacional que, en esta ocasión, este emotivo momento de compartir fue gracias a Rubén y nuestras chicas de Gente Pequeña 18.

Comenzamos la reunión con Rubén, profesor del colegio La Salle Santo Ángel:

  • Nos enseñó sobre tres diferentes voluntariados que había hecho en Trinidad (Bolivia), todos ellos con jóvenes.
  • Una vez iniciada pudimos ver de primera mano el funcionamiento del voluntariado y fuimos golpeados duramente por la realidad tan diferente que estábamos viendo y escuchando.
  • Una de las cosas más impactantes fue el centro de rehabilitación de varones de Mocoví; básicamente era un centro de menores donde trataban a los internos como si fueran reclusos y la falta de amor propiciada por aquel ambiente hizo que se entretuviesen con las actividades más sencillas.
  • Al final, nos regaló un bonito detalle que fue dar las gracias a las libelulillas de GP18 por haberle enviado, desde Argentina, un mensaje de apoyo en el momento preciso que lo necesitó, estando él en Bolivia.

Añadir que la conclusión de este encuentro para los futuros voluntarios de Gente Pequeña 19 fue que escuchar esta vivencia lo sintieron como algo necesario para prepararse hacia el choque de realidades que podrán ver con sus propios ojos el próximo verano.

Y terminamos dándole la palabra al propio Rubén;

En el inicio pude ver en los ojos de todas las personas con las que vivimos y compartimos en los proyectos que muchos de ellos se encontraban ya cansados, cansados de andar, de esperar, de luchar,...

Día a día, hora a hora y minuto a minuto conforme íbamos trabajando, hablando, experimentado y nos conocíamos cada vez más, les fuimos transmitiendo esperanza, fuerza y alegría.

La vida está llena de oportunidades, las ventanas se pueden volver a abrir, y ellos aprendieron que son quienes pueden cambiar su destino.

Sus caras y sus sonrisas al vernos, sus gestos, agradecimientos, detalles, nos mostraban su cara pintada de color esperanza, cada uno de ellos sabía que podía cambiar su futuro sólo, quitándose los miedos, sacándolos afuera y siendo conscientes de que todo se puede lograr.

Os dejo la canción que todos cantábamos cada día (ver vídeoclip):

Sé que hay en tus ojos con solo mirar
Que estas cansado de andar y de andar
Y caminar girando siempre en un lugar

Sé que las ventanas se pueden abrir
Cambiar el aire depende de ti
Te ayudara vale la pena una vez más

Saber que se puede querer que se pueda
Quitarse los miedos sacarlos afuera
Pintarse la cara color esperanza
Tentar al futuro con el corazón

Es mejor perderse que nunca embarcar
Mejor tentarse a dejar de intentar
Aunque ya ves que no es tan fácil empezar

Sé que lo imposible se puede lograr
Que la tristeza algún día se irá
Y así será la vida cambia y cambiará

Sentirás que el alma vuela
Por cantar una vez más

Saber que se puede querer que se pueda
Quitarse los miedos sacarlos afuera
Pintarse la cara color esperanza
Tentar al futuro con el corazón

Vale más poder brillar
Que solo buscar ver el sol

[Color Esperanza de Diego Torres]

A continuación fue la exposición del proyecto Gente Pequeña 2018 y es que las libelulillas están de gira ;-)... y así Julia, Marta y Clara nos explicaron cómo vivieron la experiencia en Malvinas Argentinas pero sin entrar mucho en profundidad para no spoilear la aventura a sus compañeros de GP19 ;-)!

Nos quedamos con:

  • Las sonrisas cómplices entre ellas...
  • La voz cortada de Clara al intentar contarnos lo que más huella le había dejado...
  • Y todas las ganas (cada vez mayores) que tienen los voluntarios de Gente Pequeña 19 de poder contarlo ellos al año que viene; voluntarios que tras casi un mes sin verse las caras, se vieron de nuevo, pero esta vez de una manera diferente a la usual, sintiéndose afortunados de que fuera en esta circunstancia; voluntarios cuya conclusión tras este encuentro fue que, sin lugar a dudas, conocer de primera mano sus opiniones y observar por ellos mismos cómo estar allí las había cambiado fue muy enriquecedor; y voluntarios que se llevaron un aplauso por parte de los allí congregados :-)

Y un consejo: no dejéis de ver los dos videos que las libelulillas nos mostraron, el del resumen de su experiencia en Argentina y el de ¿Qué dejo? ¿Qué me llevo?.

[Reseña con la colaboración de Silvia y Víctor de GP19]

 

 


CRÓNICAS DESDE TRINIDAD (BOLIVIA)


Rubén nos cuenta:

"Por aqui todo bien. La verdad que es una experiencia increible, estamos encantados y aprendiendo mucho. Se está pasando rápido, queremos hacer más y más cosas, trabajando mucho. La gente es muy simpática, como en familia nos tratan.

Estamos en el Centro de Rehabilitación para menores "Maná" y allí hacemos diferentes actividades: taller de lectura, deportes y mecánica de motos. Tenemos cuatro proyectos y uno es el de las motos donde, por ejemplo, arreglamos pinchazos. Son 25 internos y los dividimos en grupos, yo me encargo de la parte técnica.

La experiencia de la cárcel de Mocovi sí fue dura, el primer día nos costó digerirlo, ahora estamos encantados con ellos, hacemos reflexiones, juegos, dinámicas y se lo pasan genial.

Os contaré a la vuelta, se pasa rápido cuando estás aquí..."

 


CRÓNICAS DESDE MALVINAS ARGENTINAS, CÓRDOBA (ARGENTINA)


Todas las experiencias, vivencias, dificultades, alegrías y demás sensaciones de nuestros queridos valientes de Gente Pequeña 18 las encontraréis en:

 

 

21.06.18 Envío de Voluntarios de Verano. El miércoles 21 de Junio, a las 19:00, en el colegio La Salle Gran Vía, ha tenido lugar el envío del Voluntariado Internacional de Verano. Este año los protagonistas son Rubén que viajará hasta Trinidad (Bolivia) y nuestras chicas de Gente Pequeña 18 que lo harán a Córdoba (Argentina). Eusebio, como Delegado de PROYDE Zaragoza, comenzó con unas palabras que compartimos aquí porque merece la pena volverlas a leer… despacio y sintiéndolas tal cual lo hizo él tan preciosamente:

"Enviados a una misión. Enviados. Con una misión. Enviados al mundo. Llamados a transmitir lo mejor de vosotros mismos. Vais a tener una experiencia importante en vuestras vidas. Una misión única. Distinta. Especial. No vais de viaje de aventuras a conocer lugares remotos y gentes exóticas. No vais a salvar el mundo, pero especialmente vais a dar lo mejor de vosotras mismos.

Hay tantos caminos diferentes y tantos acentos como personas. Cada una de vosotras tenéis vuestras formas de ser, vuestros talentos, vuestras capacidades, vuestras maneras de pensar y de hacer las cosas, vuestras manías. En uno destacará la ternura. O la alegría. O la paciencia. O la firmeza. La honestidad. La creatividad e imaginación. Os vais a encontrar con alguien que necesita vuestra palabra, una caricia, una sonrisa. Alguien que espera vuestro entusiasmo. Alguien a quien tenéis que transmitir una buena noticia. La alegría de vivir con ilusión y esperanza. 

Y vais con unas actitudes que no están de moda.

Con la búsqueda de una verdad que dé sentido a la vida.

Con la profundidad frente a la banalidad en las búsquedas concretas de la felicidad. En esta época de superficialidad. ¿Qué ventajas tiene la banalidad? Que es menos exigente. Que es más fácil. Que cuesta menos pasar de una realidad a otra. Que es menos ambiciosa… Por eso es  importante ofrecer lo que de verdad aporta la profundidad. Pilares firmes. Un suelo de roca sobre el que construir la vida. Una mirada más aguda a la realidad de la propia vida y de la vida de otros.

Con la responsabilidad personal. Es un concepto interesante, sobre todo en una época en la que la responsabilidad viene, a menudo, minimizada por tener siempre excusas, otros que hagan lo que nosotros no hacemos o que puedan terminar dando la cara por uno. Hacen falta personas serias, sólidas, fuertes y coherentes.

Con la búsqueda en el sufrimiento humano, de la verdad y la justicia sin pasar de largo. Otra llamada de atención muy importante, pues es fácil hoy ser ciego, sordo o indiferente.  En el hombre y la mujer que sufre hay un grito que alza la voz pidiendo justicia, y una llamada a cada ser humano hoy. Y todo en grupo, en comunidad; vais a tener tensiones, vais a estar entre la diversidad y la unidad. La noción de pertenencia al grupo es fundamental. Sin estar de acuerdo en todo, con discusiones, pero unidos.

Con la conciencia de estar enviados por otras personas que os queremos, que nos gusta lo que vais a hacer. Estáis llamados a dar un testimonio valiente, sin avergonzarse. El testimonio sencillo de la propia implicación. El testimonio de: creer; practicar…

Contaminaros de sus ojos, de sus bailes, de sus secretos, de sus sueños, mezclaros y compartiréis algo más profundo. Os sumáis a los 146 voluntarios que desde PROYDE participan durante este verano en una experiencia en Asia, África o América Latina. Os deseamos que tengáis la mejor experiencia posible. Vivir abiertos, sin prejuicios, con la ilusión de que mucha gente pequeña, haciendo muchas cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños podemos cambiar el mundo."

La ceremonia continuó con la entrega a los voluntarios de:

  • CINTA. Ana, como responsable de Tandanacui, les entregó la tradicional Cinta de la Medida de la Virgen de Pilar con los colores de Aragón y compartió su emoción al sentir que en los jóvenes tandanacuis se siembra una semillita que hace que algunos se conviertan en majestuosas libélulas.

 

  • ESTRELLA. El hno. Jesús, como Delegado de Misión Pastoral del Sector, les entregó una estrella de La Salle (más una versión en pulsera) porque “nosotros queremos que vosotros, y estamos convencidos, seáis estrella también allí; estrella para ellos y también como conjunto, que os apoyéis con esa luz unos a otros; esta estrella tiene cinco brazos que también queremos simbolizar; vosotros y vuestra manera de ser hará que unos brazos sean más largos que otros; estos cinco valores, estas cinco actitudes están ahí: fe, servicio, compromiso, fraternidad y justicia”.

 

  • SEGURO. El hno. José Manuel, como responsable de PROYDE-PROEGA, les entregó una tarjeta con los datos del seguro como símbolo de la seguridad de la ONG que les respalda y acabó con este bonito deseo: Enhorabuena, muchos ánimos y que cuando regreséis nos contagiéis en ese afán de solidaridad cara a  los países empobrecidos.

 

  • DIARIO. Por último, el hno. Carmelo, como responsable de Gente Pequeña Zaragoza, entregó a sus libélulas un cuaderno para ser utilizado como diario en ese momento irrenunciable del día. Se trata del momento para “compartir cómo lo sentimos, cómo estamos viviéndolo (es decir, compartir con el corazón) porque es la forma de metabolizar, de entender, de ir colocando aquello que vamos viviendo… pero hay una segunda parte y es que cada día van a tener un tiempo donde van a tener que escribir un diario y el consejo que les hemos dicho es que todo lo que veáis, en el momento en que lo veáis, anotadlo porque cuando lo ves la primera vez, te sorprende, te llega, cuando lo ves tres veces ya te parece normal y con eso nos vamos vacunando, vamos perdiendo la capacidad de sorprendernos y al perder la capacidad de sorprendernos perdemos la capacidad del entusiasmo, de amar, de ver las cosas bonitas; entonces para que esto no nos pase vamos a anotarlo, porque así pasado un tiempo lo vuelves a leer y dices <<ese era yo>>, <<así estaba viviéndolo>> y de esa forma aprendo a vivir, a construirme y aprendo a ver cómo ha sido o qué constantes ha habido en mi vida.

Junto a estos regalos simbólicos acompañados de tan emotivas y emocionantes palabras, compartimos también:

  • Unas palabras de Mª Jesús como experimentada voluntaria en Córdoba (Argentina) los veranos de 2013 y 2016, y así compartió sus recuerdos y sus consejos.
  • Una oración leída a dos voces por Sergio y Úrsula, también como experimentados voluntarios en Gangurvarpatti (India) y Abidjan (Costa de Marfil) los veranos de 2017 y 2016, respectivamente.
  • Y entre todos, arreglamos un poquitín el mundo… que se encuentra algo desinflado ;-)

La ceremonia finalizó con una sorpresa y es que nuestras libelulillas nos deleitaron con un baile, una danza, una coreografía, una bonita manera de acabar de forma festiva, alegre y sintiéndonos unidos, formando todos juntos parte de una misma hazaña… y cuyo vídeo resumen podéis disfrutar tantas veces queráis AQUÍ.

Y como colofón, damos la palabra a los protagonistas, a los voluntarios. Cómo vivieron, sintieron y pensaron el Envío los jóvenes de Gente Pequeña 18, junto a algunos consejos de algunos compañeros que ya han vivido una experiencia similar, lo encontrareis AQUÍ. Y os dejamos con Rubén:

"Según la RAE, envío se refiere tanto a la acción como al efecto de enviar, acción de poner algo en camino, y en ello estoy, iniciando el camino a los proyectos de verano 2018. Este jueves 21 de junio se celebró el Envío de todos los voluntarios en La Salle Gran Vía, en el que participé junto a todos mis compañeros de Gente Pequeña, fue una celebración muy emotiva y me gustaría transmitiros en voz de todos los voluntarios que nos sentimos muy arropados por  familiares,  amigos y educadores.

Durante toda la celebración pude escuchar diferentes palabras: experiencia, compartir, comunidad, ayudar, viajar… pero me quedé con una palabra que busqué de nuevo en el diccionario: ilusión… sentimiento de alegría y satisfacción que produce la realización o la esperanza de conseguir algo que se desea intensamente. Y así es, mi sentimiento y el de cada uno de los voluntarios era de satisfacción  después de un camino y un trabajo realizado <<la fecha ya ha llegado>>, <<ya está aquí>> y yo ya estoy listo para viajar! Buen verano y buen proyecto!"

 

VÍDEO RESUMEN DEL ENVÍO: AQUÍ