Merecido no, merecidísimo Premio de la Paz 2019, con repercusión mediática, otorgado por el colegio La Salle Montemolín y compartido por los grupos de voluntariado del mismo, es el que nuestras queridas libélulas recibieron y que ellas mismas nos cuentan cómo fue el acto de entrega, cómo lo vivieron y cómo se sintieron:
“El 1 de Febrero de 2019 tuvo lugar la entrega de premios de la Semana de La Paz en la Salle Montemolín y allí nos reunimos un grupo formado tanto por voluntarios experimentados como por primerizos.
La gala empezó con una serie actuaciones e intervenciones por parte de los niños y niñas alumnos de La Salle en las que transmitían su entusiasmo por el voluntariado. Hacia el final del acto, nuestro grupo de Gente Pequeña subió al escenario donde nuestro Maestro de Libélulas recibió el premio y pronunció unas palabras. Tras esto, en el patio se liberaron palomas como símbolo de la Paz.
Este día me hizo sentir como uno más, y me recordó lo que somos capaces de hacer si trabajamos juntos... MUCHA GENTE PEQUEÑA EN LUGARES PEQUEÑOS, HACIENDO MUCHAS COSAS PEQUEÑAS, PUEDE CAMBIAR EL MUNDO."
[ÁLVARO, GP19]
“Estar allí presente y poder observar cómo desde los primeros cursos se inculca a los más pequeños el voluntariado fue todo un privilegio. Simbolizó la unión y compromiso con Gente Pequeña y el resto de los grupos de voluntarios allí presentes. Porque separados o distribuidos por grupos entre todos formamos una comunidad, y la participación social de cada una de las personas es lo que da el logro a una organización.”
[LEYRE, GP18]
“Ver cómo desde pequeño se crece con ilusión de dar a los demás ya sean a familiares, amigos o gente con mayores necesidades y poder compartir tus ganas de aportar al mundo con actos tanto pequeños como grandes y ver a gente de diferentes edades unidos por el sentimiento de ayudar al prójimo fue sin duda un momento especial.”
[ÁNGEL, GP14 y GP16]
“Gratitud y motivación. Esas dos palabras vendrían a definir lo que el otro día sentí cuando recogíamos el premio. Gratitud a cada una de esas personas que nos han dado la oportunidad de poder formar parte de esa gente pequeña que puede hacer pequeñas cosas para poco a poco ir mejorando este mundo; y motivación para seguir preocupándonos y trabajando por los que realmente nos necesitan.”
[MAJO, GP14 y GP16]
Galardón que supone un reconocimiento a la colosal labor realizada, desde 2012 hasta 2019, por todos los que hicieron posible este gran proyecto:
- Empezando por los cientos de colaboradores entre familiares, amigos, e incluso desconocidos que una vez compraron una pulsera o, simplemente, creyeron en este voluntariado….
- Siguiendo por todos los hermanos y demás lasalianos de Argentina y Bolivia que fueron faro, boya y ancla allá…
- Sin olvidar a todos los voluntarios de PROYDE y PROEGA dando soporte, ayuda, formación, organización y seguridad a lo largo de todo este tiempo…
- Por supuesto, a las cuatro generaciones de intrépidos grumetillos y al Capítán de este grandioso barco que, junto a su fiel tripulación, ahí estuvo al pie del timón contra viento y marea.
Y galardón muy especial al haber sido concedido por los de casa porque, al fin y al cabo, lo que siempre funciona es La Carta de Paris.
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