El viernes 11 del 11 del 2016, al ponerse el Sol, levantamos anclas, izamos velas y capitaneados por nuestro Maestro Libélula y sus incondicionables ¡zarpamos!.
Las semanas anteriores estuvimos calentando motores porque las libélulas de GP14 y GP16 vinieron a nuestros coles para narrarnos su experiencia, explicarnos en dónde nos meteríamos y, sobre todo, para animarnos a hacerlo... ¡Muchas gracias, chicos!
La verdad es que sólo por poder lucir con esa sonrisa sus sudaderas merece la pena intentarlo ;-)...

He aquí nuestro Cuaderno de Bitácora:


15.08.19 QUINTA Y ÚLTIMA CRÓNICA DESDE MALVINAS ARGENTINAS. Hoy terminamos una etapa que ha dejado huella en nosotros y ha supuesto un completo cambio en nuestra manera de ver la vida. Ha sido el clic que muchos necesitábamos sentir y otros recordar, para entender el sentido de esto que hacemos. Durante las demás crónicas hemos contado las reflexiones, experiencias y conclusiones como grupo, pero sin duda creo que ha llegado el momento de ponerle nombre a cada corazón que ha vivido esto. Volvemos con la maleta vacía y el corazón a rebosar, cada uno de aquello que se lleva y también por lo que deja.

Aunque el cambio lo hayamos dado todos, ha sido en diferentes momentos, con diferentes historias y distintos rostros. A continuación uno por uno les abrimos nuestro corazón de par en par, con toda la ilusión y la esperanza de que estos testimonios lleguen dentro de alguien.

 

CLARA

En este segundo año como coordinadora dejo aquí, sobre la tierra de Malvinas, la incertidumbre y la inseguridad de todo aquello que puede fallar y lo cambio por la opción de luchar hasta el último minuto, incluso cuando todo parece perdido y no florece la esperanza.

Dejo el primer ladrillo de una frontera emocional que hace tiempo había construido y paso a darle al amor la oportunidad que se merece. Le permito que entre y me llene, sin sentir miedo o rechazo y sin necesidad de tener una única forma para ser aceptado. También dejo mi afán permanente de búsqueda de “hechos” y lo sustituyo por el de valores, encontrando en ellos un motor diario de lucha y el verdadero sentido de nuestro proyecto. Y es por todo esto que dejo por lo que me llevo una dosis del 200% de energía e ilusión. Vuelvo a casa con las pilas cargadas gracias al feedback positivo que cada uno de los vecinos de este barrio ha demostrado a través de sus sonrisas, miradas y gestos. Vuelvo con ganas de más, de dar más, de querer más, de agradecer más …. porque cada uno de los que han compartido con nosotros un momento de su tiempo y de su vida, han desprendido una luz tan grande que han conseguido llenarme de inspiración y hacer que la oscuridad que me rodea, por un momento, se desvanezca, apareciendo ante mí un futuro de repleto de nuevas posibilidades.

 

MAPI

Venimos sabiendo que habrá un final, un adiós amargo que tendremos que pronunciar. Creo que como voluntaria eso me hace dar lo mejor de mí en cada cosa que hago.

He intentado crear las mayores sonrisas en los más pequeños, darles fuerzas y esperanzas a los jóvenes para que luchen por lo que quieren, me he quedado con todas las historias que me han contado y me guardo para mí el vínculo creado con el barrio y su gente.

La suma de experiencias es lo que me ha hecho crecer como persona. Formar un equipo de voluntarios en el que se puede confiar y con el que hemos vivido experiencias inolvidables es lo que nos ha cambiado la vida.

¡Gracias Córdoba por todos esos momentos que nos has regalado!

 

CARMELO

El turista busca emociones, una foto que muestre dónde ha estado y la mejor de sus sonrisas para mostrar lo bien y lo mucho que ha disfrutado. Cuando pasa varias veces por el mismo sitio, la primera, se sorprende y quizá se hace un selfie, si vuelve a transitarlo se va " acostumbrando" y deja de sorprenderse porque ya le parece normal y como turista eso ya no le atrae. Como voluntario aprendo a "hacer el ojo" a ver más allá a sorprenderme por cada pequeña cosa, acción o persona porque esto ya lo estás amando, estás creando una relación de pertenencia, donde cada una de esas pequeñas personas, circunstancias o vivencias te van importando porque vas siendo parte de ellas. La mirada pasa de ser la de los ojos a la del corazón. Al implicarte , una parte tuya se incorpora a esa nueva realidad y a la vez ésta, pasa a ser parte de ti y te transforma.

 

ÁLVARO

Si tuviera que definir este proyecto con una palara sería: ESPERANZA. A lo largo de este mes me he dado cuenta de que nuestras acciones grandes o pequeñas tienen sus consecuencias que ayudan al crecimiento de la sociedad, del barrio, de las personas… Ha sido maravilloso poder participar en esta aventura que nos ha cambiado a todos un poco.

Me fascina la facilidad con la que me he sentido como en casa, por eso quiero dar gracias a todas aquellas personas que han hecho esto posible. Al amor con el que nos han tratado todos los chicos, a la generosidad de los hermanos, a la cercanía de los profesores, a la oportunidad que nos has dado PROYDE, al grupo de Gente Pequeña 19… Gracias por las historias de cada uno de ellos que me llevo conmigo y van a pasar a formar parte de mí.

Durante este tiempo me he conocido más a mí mismo y he descubierto cosas que jamás pensé que encontraría. Me he dado cuenta de la importancia de confiar en uno mismo, es lo primero que se necesita para poder ayudar a los demás. Y de aquí me llevo eso, confianza tanto en mí mismo como en los demás. Ahí fuera hay un mundo que nos necesita, no a uno ni dos…A Todos, por eso cada uno debe aportar su granito de arena al cambio.

Y por último un consejo: No perdáis la capacidad de sorprenderos, no dejéis que algo distinto se convierta en cotidiano.

 

VICTOR

Este proyecto me ha dado un sin fin de experiencias, que en España sería imposible que se dieran. Aunque no todas ellas fueran buenas, en conjunto me han servido para crecer como individuo. El amor y la respuesta que nos han dado todos es algo inolvidable.

Lo más importante ha sido ver con la perspectiva de educador, dejando apartado la de educando. Para mí esto es muy importante porque voy a empezar a ser monitor de scouts dentro de unos pocos meses y necesitaba este cambio. Sin duda aprecio mucho mas a todos los que han aportado algo para mi desarrollo como persona, porque no ha sido nada fácil ponerme en su lugar.

Comentar que también he aprendido a valorar lo que tenemos. Antes tenía una concepción lejana de lo que era la pobreza, porque no lo había visto ni vivido con mis propios ojos. Una vez vista la realidad y conocidas las historias de cada familia ya no podía hacer más que agradecer por todo lo que tenemos. Sobre todo he aprendido que las oportunidades que se nos ofrecen nunca se tienen que rechazar, sino cazarlas al vuelo porque puede que no vuelvan a presentarse.

Me alegro de que me tocara llevar el taller de danza, ha sido uno de los mayores retos, por lo complicado que es para mí esta actividad. Ponerme delante de los chavales y perder la vergüenza es una de las mejores experiencias que me llevo de Malvinas Argentinas.

Por último agradecer a PROYDE y a los directivos del centro por hacer posible este gran reto. También a todos los profesores y alumnos que nos han recibido como si de nuestra casa se tratara y que tanto amor nos han dado por tan poco que hemos podido hacer.

 

GERMÁN

En este proyecto me he dado cuenta de mi rol como soporte, un rol que se basa en aportar al grupo lo que le falta. A pesar de que parece un rol más secundario, un mural jamás se puede pintar si nadie se dedica a limpiar los pinceles.

También este proyecto me ha permitido aprender a controlar mis emociones pues ha sido un reto constate, en este mes en el que hemos vivido en Malvinas, ante el encuentro de una realidad muy diferente a la nuestra.

Una lección que me llevo de aquí es cómo la educación puede cambiar tanto cuando tratamos de educar con cercanía y cariño viendo como niños que jamás conseguían aprender algo si te acercabas y se lo explicabas lograban avanzar.

Este viaje dejo atrás a un viejo yo, un yo que afrontaba los problemas pensando una única salida, un yo que creía que sus problemas eran los más grandes, un yo más inseguro, para dar paso a un yo totalmente nuevo y con más ganas de cambiar el mundo.

Antes de este viaje dudaba de poder salvar el mundo en uno solo viaje, a ese yo le mando un mensaje: esta estrella sí.

 

MERY

Llegar aquí fue un choque de realidad constante, cada día descubría algo nuevo, en cada paseo por el barrio conocía una historia más, unas caras nuevas, y todo esto iba haciendo su marquita.

Yo he tenido la suerte de estar trabajando en los cuatro focos, pasando cada día por secundario, jardín y primario, además de participar en algún taller en la Casa de los Jóvenes. He podido pasar tiempo con chicos de todas las edades y recibir el cariño en sus distintas formas, desde los mil abrazos y besos del jardín, hasta esas conversaciones profundas que acaban en abrazo en el secundario.

Me voy a casa cargada de nuevas sensaciones, de nuevas emociones y sobre todo de nuevos aprendizajes. La Mery que vuelve no es la que llegó a Malvinas hace un mes, aquí he aprendido una nueva realidad, un mundo fuera de nuestra burbuja. Vuelvo con unos ojos que miran las cosas de otra forma, que aprecian lo pequeño y agradecen mil veces más nuestras facilidades, que antes quizás ni sabía que tenía.

Me llevo la sonrisa de cada niño que se acerca a ti en el colegio, las caras de alegría de los chicos en el taller de baloncesto, los abrazos espontáneos que te alegran el día, pero, sobre todo, me llevo la historia que hay detrás de cada niño y como las comparten contigo como si nada, regalándote un cachito suyo tan valioso.

Siento que dejo mucho menos de lo que me llevo. Que posiblemente solo un par de personas se acuerden de Mery, pero se con seguridad que Gente Pequeña ha dejado una gran huella aquí este mes, que espero que perdure lo máximo posible. Dejo mucho amor, todo el tiempo que he pasado con los chicos, los pocos aprendizajes que haya conseguido con alguno, dejo el cariño que he puesto en todo lo que he hecho. Inevitablemente dejo aquí a esas caras, esas sonrisas de las que te encariñas, a las que darías todo y a los que meterías en tu maleta.

Dejo miles de abrazos y besos tristes por ser despedida pero esperanzadores al pensar que será de esta gente en unos años, del barrio, de los colegios.

Nunca acabas de entender muy bien las historias de los voluntarios cuando te las cuentan, ahora ya sé por qué. Esta experiencia no tiene las palabras correctas para ser contada, yo diría que el resumen sería un mes dentro de un remolino de emociones.

 

SILVIA

Termina una de las que ha sido las experiencias que más huella ha dejado en mis 18 años de vida. Quién diría cuando bajamos del colectivo aquel 14 de julio que este barrio se iba a convertir en nuestra segunda casa. Personalmente, este proyecto ha llegado en el momento que más lo necesitaba. Me ha ayudado a dejar atrás muchos miedos que tenía, e incluso a quererlos. También he aprendido la importancia de estar continuamente retándose a uno mismo y he recibido la sensación de satisfacción cuando sale bien. Pero también ha pasado al contrario, no todo ha salido a pedir de boca y, ojo, no lo digo como algo malo sino al contrario, ha sido realmente lo que me ha ayudado a crecer.

En cuanto a los niños, todo lo que he podido dejar yo en ellos es mínimo en comparación con lo que me llevo de cada uno. Ha sido indescriptible poder sentir la gratitud de cada uno al dedicarle lo más valioso que tenemos: nuestro tiempo. Más allá del apoyo en las aulas o refuerzo en algunas materias, lo que ellos necesitaban era a alguien que se sentara con ellos a compartir 10 minutos. Gracias a esto, he tenido la suerte de empaparme de diferentes realidades y ponerle rostro a diversas historias y situaciones. Siempre nos lo dicen, que tenemos mucha suerte y no lo sabemos, pero hasta que no vives en tu propia carne al niño, a la madre o al profesor que te lo cuenta no terminas de entenderlo. Yo con suerte puedo decir que sí. Espero haber dejado en ellos otra manera de ver la vida y la posibilidad y confianza para aspirar siempre más alto.

Gracias a este mes he aprendido a darle un nuevo enfoque a las cosas. De las personas de aquí recibido la satisfacción, el alivio, el orgullo por conseguir algo, las ganas de seguir, el amor y la confianza en uno mismo, sonrisas, abrazos, y sobre todo, vida. Todo esto ha llegado a mí de la forma más pura y sincera, lo que me ha hecho aprender a valorar la importancia del compartir y exprimir cada momento al máximo: el tiempo que dediquemos a cada cosa nunca volverá.

Me voy con mucha esperanza en el barrio y con la maleta llena de cariño, sacrificio, esfuerzo e increíbles historias de superación. Malvinas, estaré agradecida siempre.

 

SARA

Una vez tomamos el bus desde el aeropuerto hasta la que sería nuestra casa por un mes comenzó un proyecto, un cambio. Conforme han ido pasando los días me he dado cuenta de que el tiempo y la ilusión son los mejores regalos hacia los demás. Los chicos del secundario, con los que he tenido más trato y a los que estoy eternamente agradecida, me han hecho reflexionar pero sobretodo disfrutar. En este mes hemos conocido a muchas personas de las cuales algunas han compartido su historia con nosotros, niños y niñas con una entereza admirable pero muchos con un dilema común: la falta de enfoque. Desde el comienzo quisimos ofrecerles algo más que clases de matemáticas o lengua, queríamos facilitarles que ampliaran su visión, que confiaran en ellos y en su capacidad para cooperar y crear cosas maravillosas.

En Malvinas he dejado preocupaciones que han pasado a un segundo plano, me he replanteado los parámetros que traje de España y espero que una semilla de esperanza o confianza en ciertas personas. En cuanto a lo que me llevo son momentos únicos, un equipo de gente increíble y una casa que ha pasado a ser hogar.

 

ANDREA MARIA

Nunca olvidaré los momentos previos a nuestra llegada a Malvinas. Minutos eternos en los que reinaba el silencio. Estábamos todos llenos de nervios, dudas, miedos… Ninguno de nosotros sabíamos con certeza cómo iba a ser la realidad a la que nos íbamos a enfrentar. Cuál fue nuestra sorpresa al descubrir que todos esos pensamientos se disiparon al pisar este lugar que, a día de hoy, podríamos considerar nuestro hogar.

Nada más llegar aquí, me sorprendió muchísimo la cálida acogida con la que fuimos recibidos. En la escuela, los chicos enseguida tomaron confianza con nosotros, lo cual facilitó muchísimo las actividades que llevamos a cabo a lo largo del mes. Esta confianza nos permitió conocerlos mucho más y establecer fuertes vínculos con ellos. Todo esto nos ayudó a percatarnos de que al final del día, lo que menos importancia tenía eran los conocimientos que hubiera adquirido o no una persona, sino el tiempo que le habías dedicado. Jugar, pintar, tener largas conversaciones con ellos… Son cosas que de primeras pueden parecer simples, pero que a nosotros nos han hecho cambiar por completo la manera en la que percibimos la realidad, darnos cuenta de que hay mundo más allá de la burbuja en la que vivimos.

A lo largo de este mes hemos conocido a muchísima gente que ha dejado algún tipo de huella o enseñanza en nosotros. Gracias a todos y cada uno de ellos por habernos ayudado a crecer como personas y haber hecho de esta experiencia algo único e inolvidable.

Hemos visto las diferentes maneras de vivir las cosas, sobre todo del que ya ha estado y del que es su primera vez. En general, nos quedamos con el amor recibido y la esperanza en el cambio que en cadena nos va impulsando a querer llegar siempre un poco más lejos. Con visión de voluntario y no de turista, hemos hecho el ojo y aprendido a encontrar algo que nos sorprendiera todos los días. Gracias a esto, podemos decir que hemos formado parte de un todo que nos ha cambiado. A fin de cuentas, lo realmente importante no es la acción pequeña de cada uno, sino el conjunto de todo lo que hemos hecho y el resultado que se ha visto en general. Dejamos un barrio más contento, con más esperanza y con la mirada puesta en el progreso. Esperemos que esto no acabe aquí, que podamos volver.

Físicamente no serán las mismas caras, pero volverá más gente pequeña y cada vez seremos más. Poco a poco, haciendo cosas pequeñas, cambiaremos el mundo. Gracias por todo, Malvinas .

GENTE PEQUEÑA

Ha sido una sensación de plenitud increíble el recibir tanta ilusión, ganas, amor y gratitud. Esperemos que esto no acabe aquí, que podamos volver. Aunque físicamente no vayamos a ser las mismas personas, volverá Gente Pequeña a hacer cosas pequeñas y dentro de un tiempo, cambiaremos el mundo.

 

 

13.08.19 CUARTA CRÓNICA DESDE MALVINAS ARGENTINAS. Llegamos a la temida recta final. Sabes que tiene que llegar, pero nunca te lo esperas. Última semana de trabajo, tensión, emociones y esfuerzos, en la que todavía teníamos diferentes frentes abiertos. Con orgullo podemos decir que a pesar de las pocas horas de sueño, la tensión y todas las emociones que traen las despedidas, nuestro trabajo se ha visto más que reflejado.

Antes de empezar la semana, el sábado compartimos un asado con nuestros compañeros de La Salle Argüello y con Flor, Gino y Thaid, responsables de La Casa de lxs Jóvenes. Fue un encuentro en el que todos nos lo pasamos genial y pudimos compartir sensaciones a la vez que dejar atrás todo el estrés acumulado de la semana anterior. Cargamos pilas para empezar con el máximo de energía.

El martes fue el día de Malvinas, por lo que no fue día lectivo. Viendo el éxito que causó la gymkhana pirata en la plaza, decidimos hacer otra con una temática diferente: los Juegos Olímpicos. Nos parece una actividad idónea para entretener a los chavales, enseñarles y aprender de ellos fuera del ámbito escolar, lo cual nos enriquece a ambas partes.

El resto de la semana transcurrió con normalidad, dimos el sprint final en las actividades rutinarias. Compartimos nuestro últimos momentos con los niños exprimiéndolos al máximo y terminando de aportar nuestro granito de arena en esta parte del proyecto. Fue un momento duro para todos, pero aún quedaba mucho por hacer: todavía teníamos algún proyecto pendiente para llevar a cabo los últimos días.

Desde el comienzo de la estancia tuvimos la idea de realizar alguna actividad en común con el barrio y La Casa de lxs Jóvenes, pero queríamos que fuera más allá de eso. Queríamos que cobrara un sentido, que fuera tanto fruto como causante de reflexión. Le dimos muchas vueltas, ya que no siempre resulta fácil ponerse de acuerdo y trabajar entre personas con diferente mentalidad y opinión sobre ciertos temas. A pesar de todo, lo asumimos como una experiencia enriquecedora que nos ayudó a explorar otros frentes que por nosotros mismos quizá ni hubiéramos planteado.

Finalmente, llegamos a dos proyectos:

En primer lugar, pintamos una fachada de una casa. Una fachada es una "cara", la parte que se muestra y la que los demás ven. Por lo tanto, escogimos una casa en la que la atención del barrio estuviera asegurada. Cuando se produce un cambio en un lugar, generalmente todo lo de su alrededor es susceptible también de cambiar. Ante un avance (este o cualquier otro) siempre existe la aparición de nuevas inquietudes y se da rienda suelta a distintas opciones de cambio. Eso era lo que queríamos conseguir: al pintar la fachada conseguiremos que resalte, y por lo tanto que el barrio la respete y la cuide. Con el paso del tiempo esta belleza se va a convertir en un valor a imitar, ya que se ha visto que es posible pintar una fachada. Si esto sucede, el entorno va poco a poco mejorando, y de esa manera comienzan los grandes cambios que esperemos que lleguen al barrio tarde o temprano.

Esta reflexión nos hizo llegar al segundo proyecto en común: pintar un mural en una pared cerca de La Casa de lxs Jóvenes en conmemoración a los 10 años que cumplieron el 25 de mayo de este 2019. Después de muchas ideas, diseños y filtros, se decidió reflejar en él un tema que en parte está relacionado con la fachada: la frase “Los de después sí entendimos”. Con ella se quiere reflejar la lentitud del cambio, y la constancia necesaria para llegar a él. El que vea ahora la fachada pintada no verá más allá de ella, pero los que dentro de unos años vivan en un barrio de Malvinas lleno de color SÍ ENTENDERÁN.

Ambas pintadas se realizaron durante el fin de semana, en el que entraron muchos otros quehaceres. El momento de pintar la fachada de la casa se hizo muy sencillo gracias a la compañía de todos aquellos que vinieron a ayudar, los que pasaban y por curiosidad se quedaban y sobre todo por la buenísima hospitalidad y amabilidad de la familia, que nos ayudó a sentirnos realmente a gusto trabajando. Tras una mañana intensa, la casa quedó preciosa. El domingo realizamos el diseño que pintaremos el lunes en el mural de La Casa de lxs Jóvenes.

Siguiendo con los proyectos exprés de última hora, tras mucho movimiento, organización y personas involucradas, se realizó una competencia de baile en el secundario dirigida por la Casa de lxs Jóvenes y nuestro grupo de Gente Pequeña.

Se contrató a un DJ y a un presentador, acudió una bailarina de twerk que hizo de jurado junto con Clara y Flor, y se realizó una batalla de baile propiamente dicha, con todos sus elementos. El objetivo principal era hacerle saber al barrio de la existencia de otras realidades, de que hay otras maneras de ver y tratar el baile. Fue realmente satisfactorio sentir la buena vibra que se transmitió en ese patio de colegio y ver cómo cada participante ofreció lo mejor que tenía para dar. También quedamos muy sorprendidos, tanto nosotros como los tres invitados, con el nivel de baile dentro del barrio.

Una vez hecho, creemos que no pudo haberse elegido mejor evento para este lugar, y de corazón esperamos que haya dejado marcada una huella sobre la que luego volver a pisar para crear algo grande. Desde aquí nos gustaría agradecer enormemente al colegio de secundaria por habernos brindado el espacio y haber estado tan pendientes de que todo saliera redondo.

Como despedida oficial y aprovechando la batalla, se hizo en nuestra casa una merienda a la que estuvieron invitados todos aquellos que nos han ayudado a hacer realidad esta experiencia. No faltaron las tortillas de patata y las torrijas para hacerles llegar un poquito de nosotros, pero sobre todo, y como en todos estos encuentros, no faltaron las buenas sensaciones. Sentir tanto agradecimiento, la confianza que poco a poco hemos conseguido tener con todos ellos, las charlas distendidas de ningún tema en concreto… Son momentos que nos hacen olvidar los 10.000 km que nos separan de casa, haciéndonos saber que en este lugar siempre podremos sentir el calor de un hogar.

Silvia Garcia

 

 

02.08.19 TERCERA CRÓNICA DESDE MALVINAS ARGENTINAS. El domingo 28 de julio, dimos por terminada nuestra primera semana de trabajo en Malvinas Argentinas. Nos ha dado tiempo para conocer el barrio más en profundidad: su estructura, la comunidad de Hermanos, los colegios y también a las familias, que presentan un modelo muy diferente al que estamos acostumbrados. Después de estos días, podemos decir que nos sentimos en casa.

Comenzamos el lunes visitando los tres centros escolares: el Jardín, el Primario y el Secundario. Nos sorprendió enormemente la calidad de las infraestructuras en general. Se cuenta con espacio más que suficiente para que los alumnos estén cómodos en clase y disfruten también con comodidad de sus tiempos de recreo. Además de la visita, cada director nos comentó los diferentes aspectos en los que iba a hacer falta nuestra ayuda, y con toda esa información conseguimos elaborar un horario en el que encajamos todo lo que se nos pedía.

El jardín está ocupado por Andrea y Silvia por las mañanas, y también Mery por las tardes. El apoyo en el secundario por la mañana lo realizan Víctor, Mery, Germán, Víctor, Álvaro y Sara, y estos dos últimos también por las tardes. Silvia, Andrea, Germán, Mery y Víctor se encargan del apoyo escolar por la tarde en el primario y los talleres del mediodía nos los repartimos entre todos. Mapi refuerza el Secundario, Carmelo hace cada día magia para encajarnos en los diferentes horarios y cubrir todo lo que nos piden y que increiblemente todo esté a punto en cada momento y coordinado. Por último, junto con Flor, una chica de aquí, Clara es la encargada de uno de los talleres de por la tarde en la casa de los jóvenes.

En los espacios de tiempo libre que encontramos, nos dedicamos a pasear por el barrio dividido en 3 secciones. Pasamos por la Tercera, donde nos encontramos nosotros y recorrimos la Segunda hasta el final. Si algo nos impactó fue el cambio que observamos de una a otra sección. Por poner un ejemplo, notamos la diferencia de poder adquisitivo y económico en los comercios que se encontraban en una y otra sección: mientras que en la primera solo vimos tiendas de productos de primera necesidad, en la segunda ya comenzamos a observar algunas más extraordinarias como tiendas de ropa, farmacias… El desarrollo de cada lugar está muy influenciado por las necesidades y capacidades de las personas que lo ocupan.

Por fin empezamos a trabajar duro. Pudimos darnos cuenta de el tipo de alumnos que frecuentaba en los diferentes colegios, y especialmente en el jardín, la diferencia que existía entre los niños del turno de mañana y los del turno de tarde. Vayamos por partes.

En el jardín, vimos que los niños del turno de mañana eran mucho más calmados y aparentemente se notaba que su situación en casa era mejor que la de los niños de por la tarde. Estos últimos presentaban más problemas de conducta y eran mucho más difíciles de llevar. Por este motivo, la actitud de las profesoras con ellos era mucho más estricta. Llegamos a la conclusión de que los niños que van a clase por la tarde tienen una situación más complicada y precaria en casa; como por ejemplo unos padres que no están estructurados o no están en casa o no pueden madrugar para llevarles a clase o que no tienen la costumbre de madrugar para aprovechar el día, y eso se transmite a los más pequeños.

Esta semana en el primario solo estuvimos en el turno de tarde, y el simple hecho de que necesitaran apoyo en tres de los seis cursos nos ayudó a hacernos una idea de lo que nos íbamos a encontrar. El curso de tercero era el más conflictivo, y por ello fuimos dos de nosotros a realizar el apoyo. En la clase hay un niño con autismo, otro con trastornos de conducta y por último uno con síndrome de down. Se les intenta proporcionar atención especializada, pero sin asistir a un centro que exclusivamente se dedique a tratar a personas con sus problemas, será mucho más complicado lidiar con su educación, y ya no hablar de llevarla al ritmo de todos. Las clases de cuarto y sexto son las más tranquilas, simplemente necesitan un pequeño refuerzo y algunos explicaciones extras o a diferente ritmo.

Por último, los chavales del secundario no presentan un patrón en particular. Hay un poco de todo, pero en este caso el apoyo lo brindamos por separado en clases semi particulares de hasta 3 personas. Los que acuden a ellas presentan un perfil similar al ya presentado en la crónica anterior al hablar de los niños de las colonias; tienen menos capacidad o bien de concentración o bien de conocimiento.

Llegamos a una conclusión: en general, el ritmo académico en estos lugares es más lento. A este factor hay que añadir el ritmo de adaptación de los niños, influenciado por su situación en casa y la del barrio. Todo esto lleva a que, con su edad, sepan cosas que corresponderían a edades más bajas.

En cuanto a nuestras impresiones respecto a esta primera semana, a pesar del estrés fue muy gratificante ver el progreso tanto en nosotros como en los niños. Nosotros cada vez trabajamos con más soltura, y luego eso se vio reflejado en cómo los niños recibían las clases y en la confianza que han ido cogiendo poco a poco con nosotros. Es muy gratificante ver cómo todo el trabajo se ve recompensado con una sonrisa o un abrazo, y cómo los niños agradecen lo mínimo que hagas por ellos.

El fin de semana fue un tiempo increíble de desconexión: aprovechamos para ir el sábado a pasar el día a Córdoba. Por la mañana hicimos un free tour un tanto desastroso en el que se nos dio más información errónea que verídica, pero como siempre decimos: la compañía hace bueno cualquier plan. Por la tarde visitamos La Salle Argüello y tuvimos la suerte de poder disfrutar allí de un encuentro del grupo de Pastoral. Compartimos lo bueno que nos había pasado esa semana e hicimos una profunda reflexión sobre la amistad en la que quien quiso expuso su punto de vista. Fue una tarde muy enriquecedora que nos ayudó a todos a darnos cuenta de la importancia que tienen los amigos, y a darle una vuelta de tuerca a algunos pensamientos que nosotros teníamos. Es muy bueno poder nutrirse y completarse gracias a las aportaciones de otros.

Para terminar, el domingo lo dedicamos a realizar una limpieza en profundidad de la casa y por la tarde fuimos a Córdoba de nuevo. Aquellos que aún necesitaban comprar cosas fueron al mercadillo de artesanía que hay todos los fines de semana. Terminamos cargados de energía para empezar una semana corta. Los días lectivos terminaban el miércoles, ya que jueves y viernes tenía lugar el retiro pedagógico, en el que todos los profesores de Malvinas iban a Valle Hermoso a formarse en la metodología de la educación y sobre todo Lasaliana ya que la mayoría lleva muy poco tiempo en los colegios de la Salle, y a trabajar en la enseñanza de los chavales. Parecía tranquilita, pero tuvimos que hacer frente a adversidades que ninguno vimos venir.

El lunes comenzamos con muchas ganas, nos quisimos comer la semana. Sin embargo, al terminar el día cayeron dos personas enfermas, con patologías gastrointestinales, que con la que ya estaba y las otras que se incorporaron la mañana siguiente, el grupo se redujo a la tres: Carmelo el inmune, Sara y Andrea. Esto fue una situación inesperada a la que tuvimos que hacer frente sin haberlo planeado, y por lo tanto generó cierta tensión.

Los que estaban en cama sentían impotencia de no poder aportar al grupo, y los que estaban supliendo la labor de todos no tuvieron ni un minuto libre, desdoblándose constantemente, cubriendo todos los turnos para no dejar nada desatendido, ni siquiera a los que estábamos en cama. Por suerte, al final todos asumimos el rol que teníamos que desempeñar y lo llevamos lo mejor que pudimos. Terminó la semana lectiva y por fin el jueves los enfermos pudieron reincorporase, con más ganas que nunca de trabajar, crear y aportar.

Para recuperar la unión como grupo, realizamos una intensa dinámica cargada de sentimientos y emociones que nos ayudó a recordar lo esencial que es cada uno, y la ayuda que podemos tanto recibir como brindar para ser cada día un equipo con menos defectos.

Al estar solos en el barrio, decidimos proporcionar algo de entretenimiento a los chavales el viernes en la plaza organizando una gymkhana con temática pirata, que ya llevábamos planteada desde España. Estas ganas de los recién incorporados de trabajar, y las de todos de volver a hacerlo como un equipo completo, se vieron reflejadas en todo el cariño y esfuerzo que pusimos en preparar el material. Dedicamos todo el jueves por la tarde y el viernes por la mañana a ultimar todos los detalles para que quedara perfecto, y hemos de decir que disfrutamos como críos pequeños.

Desde dentro, fue un gusto vernos tan organizados y tan a gusto, cada uno con su tarea y sin parar en ningún momento, aportando ideas y ayudando a quien lo necesitaba. Todas estas buenas sensaciones se vieron perfectamente reflejadas el viernes por la tarde en el desarrollo de la gymkhana: todo (casi todo) salió a pedir de boca, los niños disfrutaron muchísimo y nosotros también. ¿Por qué el casi?

Al final de la tarde organizamos una merienda para aquellos que habían participado; una merienda que había que ir a buscar a casa. La gymkhana terminó antes de que llegara la merienda, y teníamos un plan B para por si esto sucedía. Sin embargo no pudo llevarse a cabo por las características de los niños que estaban jugando y tuvimos que improvisar. Fue un momento de colapso en el que ninguno supo muy bien qué hacer, pero finalmente conseguimos salvarlo.

Terminamos la tarde jugando a la pelota en la plaza y hablando con los niños, todos con muy buen sabor de boca y orgullosos de no solo ayudar en clase, sino poder acercarnos más a ellos también en sus ratos libres. De esa tarde nos llevamos las sonrisas de niños, madres y todo el mundo que estuvo en la plaza. Es un placer sentirse tan acogido viniendo desde tan lejos.

Estos 10 días de puesta en situación y trabajo duro han creado en nosotros sentimientos nuevos y muy diferentes entre ellos. Por suerte, podemos decir que siempre queda lo bueno; en este caso la satisfacción, el orgullo, la sensación de acogida y el esfuerzo recompensado. Esperamos exprimir al máximo los pocos días que nos quedan aquí, y nunca perder la capacidad de descubrir, vivir y sorprendernos.

Silvia García

 

 

22.07.19 SEGUNDA CRÓNICA DESDE MALVINAS ARGENTINAS. Volvemos de 4 intensos días en las colonias de invierno en Valle Hermoso. Momentos cargados de sentimientos, desconocidos e inesperados, que aún seguimos descubriendo cómo gestionar.

Son unas colonias de aprendizaje que se han realizado hacia los últimos días de las vacaciones de invierno. Se convierten en un espacio para que los niños convivan entre ellos y con los monitores. El objetivo primordial por el que los chicos se van a la colonia es recibir ayuda en aquellas materias que más les cuestan y sobre todo, encontrar un referente organizacional que no tienen en su casa.

Sin embargo, en el momento en el que bajamos del colectivo supimos que iban a primar muchas otras cosas. Los niños inscritos en la colonia tienen problemas o bien de concentración o bien de conocimiento, pero muchos de ellos también de conducta. Esa es la labor extra que hemos hecho sin que ellos se den cuenta, y la que más nos ha llenado a nosotros.

Observamos dos perfiles patrón en los niños: mientras que aquellos que más dificultad tenían eran los que más interés ponían, con aquellos con más aptitud el fallo lo encontramos en la actitud.

Con respecto a los niños tuvimos un imprevisto de última hora. De los 27 niños que iban a ir al principio, la mitad de dio de baja el mismo día de ida. Esto nos hizo reflexionar sobre la situación que existía en las casas de este barrio. Muchas de las familias de estos niños no han salido de barrio nunca.

La colonia seguía la siguiente estructura: había tiempo de estudio durante espacios desde 45 hasta 90 minutos. Se continuaban con 10-15 minutos de tiempo libre para luego seguir con las tareas. Existieron periodos de descanso más largos, de unos 40 minutos para ayudar a los niños a desconectar y también a divertirse. Por la noche, realizábamos juegos en conjunto o alguna velada.

Concretamente un día planteamos un proyecto por grupos durante la mañana, que duró hasta la noche, cuando se presentó una danza y una obra de teatro por grupos. Las otras dos veladas consistieron en juegos al aire libre y un pequeño baile con música la última noche para despedir la colonia. Estos ratos que compartimos con los niños nos ayudaron a todos a desconectar y a estrechar lazos con ellos. Unos lazos mucho más fuertes de lo que todos pensábamos, y que después vimos que permanecieron tanto en los niños como en nosotros.

El espacio en el que tuvieron lugar fue la Villa La Salle, una finca en Valle Hermoso que cuenta con un gran paraje natural y dos edificios; uno en el que tanto los niños como nosotros hicimos vida esos cuatro días, y otros dedicado al personal que estaba trabajando. Contábamos con una red de volleyball y dos porterías de fútbol que delimitaban una cancha.

En nuestra opinión era un sitio idóneo. El edificio contaba con mucho espacio, y la hoguera del comedor lo hacía aún más acogedor. El espacio exterior resultó útil para desarrollar diferentes formas de diversión. Además de las canchas de fútbol y volley ya mencionadas, había un gran espacio con césped, hojas y nueces gracias a las cuales en ningún momento tuvimos tiempo para aburrirnos. Si no te apetecía echar un partido de fútbol, enseguida había un niño con el que ir a recoger nueces o una charla interesante con la que tumbarse en el césped.

Como hemos dicho, había más acompañantes que niños. Había dos grupos principales, los profesores y los voluntarios. Al primer grupo pertenecían aquellos que se quedaron los 3 días con los niños y otros que fueron yendo y viniendo a pasar el día. Aquellos que se quedaron todos los días eran los que realizaban con los niños trabajo y apoyo de forma más continuada y seria, mientras que los demás les sirvieron a los niños tanto para crear momentos de desconexión como para acostumbrarse al contacto que iban a tener con ellos a la vuelta a clase.

En el otro grupo nos encontrábamos los voluntarios, y nos dividíamos en 3: Un grupo de pastoral de La Salle Argüello, compañeros del secundario de Malvinas que no tenían ninguna dificultad, y por último nosotros. La función en este caso fue un poco más de figura de referencia, para dar sensación de cercanía y estrechar lazos con los niños. En definitiva, conseguir que se sintieran rodeados de más personas “como ellos”.

Desde nuestro punto de vista, en conjunto fue una experiencia muy enriquecedora, llena de trabajo y estudio, pero también momentos de risa, reflexiones y consejos. De este ultimo punto queremos destacar las intensas charlas con las niñas por las noches. Como si nos conociéramos de toda la vida, el primer día nos contaron sus problemas más íntimos depositando en nosotras toda la confianza. Fue un duro golpe de realidad, cuando realmente nos dimos cuenta de todo lo que esos niños tenían para enseñarnos. Sus vivencias les dan mil vueltas a las nuestras, y todo lo que eso les ha hecho crecer se refleja después en su forma de ser y actuar.

Este fue el primer contacto que tuvimos con la vida real en este sitio, y como suele pasar con estas cosas, no estábamos preparadas. Sinceramente, creo que nunca lo hubiéramos estado. Son historias que te cuentan en tu casa, que les pasan a los de lejos, pero que nunca se habían hecho tan reales como en esos momentos.

Desde nuestra mínima experiencia y no tan mínima capacidad de escucha, nuestra sensación final fue de satisfacción y alegría porque ellas hubieran conseguido desahogarse. Gracias a esto empezamos a ver, oír, callar, y saber que cada persona tiene lo suyo dentro. Además, son estos momentos los que nos hacen más fácil relativizar posteriormente problemas por los que, sin las niñas, se nos hubiera caído el mundo encima.

El domingo fuimos a pasar el día a Córdoba, y fueron tres de los monitores de La Salle Argüello los que nos guiaron. Visitamos la Iglesia del Sagrado Corazón y el museo de Ciencias Naturales por la mañana. Para comer, fuimos al Club de la milanesa, donde disfrutamos de uno de los platos típicos de este país.

Visitando la ciudad pudimos de nuevo fijarnos en las diferencias con las ciudades de España. Pese a ser un lugar desarrollado tanto económica como socialmente, se encontraba más descuidada que aquello a lo que estamos acostumbrados.

Por la tarde, después de un rato de descanso en el césped de la ciudad universitaria, visitamos un mercadillo de artesanía donde nos contagiamos de la música, el ambiente y la simpatía que se desprendió. Desde aquí queremos agradecer a nuestros compañeros de Argüello por haber hecho posible un día tan maravilloso gracias a sus explicaciones y compañía. Era lo que necesitábamos para empezar la siguiente semana cargados de energía.

El domingo por la noche nos pusimos en situación; por fin iba a empezar el groso del proyecto. El lunes empezó un poco a tientas, cargado de reuniones y presentaciones. El jardín de infancia, el primario y el secundario nos propusieron los horarios y proyectos que tenían en mente para nuestra estancia aquí. Con toda la información, dedicamos la tarde a realizar nuestra propia planificación y dividirnos para poder cubrir con todo lo posible.

Estamos ansiosos por ver qué nos depara esta última parte del proyecto, que a su vez es la más importante. Nerviosos y tensos pero alerta, dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos.

Silvia Garcia

 

 

15.07.19 PRIMERA CRÓNICA DESDE MALVINAS ARGENTINAS. Somos el nuevo grupo de Gente Pequeña Zaragoza, formado por Germán, Álvaro, Andrea, Sara, Víctor, Mery y Silvia. Nuestros acompañantes de este años son Mapi, que ya estuvo en con GP16 en Jujuy, Clara y Hno Carmelo que fueron los acompañantes del año pasado. Al igual que el grupo del año pasado, hemos venido a pasar el mes a Malvinas Argentinas, un barrio de Córdoba. Terminamos la preparación de dos años y éramos un grupo demasiado grande, por lo que nos dividimos en dos.

Tenemos entre 18 y 20 años, y después de este año extra de preparación venimos con todavía más ganas de aportar nuestro granito de arena para impulsar el cambio y la mejora del barrio.

Ahora que ya nos conocéis un poco más… Nuestro viaje comienza el 10 de julio a las 6 de la mañana en un bus hacia Madrid. Una vez llegados, tomamos un vuelo de 13 largas horas rumbo a Buenos Aires.

Nos instalamos en el Hotel La Piedad, y durante los siguientes dos días estuvimos conociendo la ciudad, y lo más importante, la Fundación La Salle (donde pasamos la primera mañana) y el grupo de Pastoral. Gracias a Pablo, nuestro guía del free tour, pudimos conocer el barrio del Retiro y la Recoleta, su precioso cementerio y empaparnos de la historia de la ciudad. Al día siguiente, caminamos por las calles del encantador barrio de la Boca y el famoso Caminito.

No pudimos terminar nuestra visita de una mejor manera. El último día nos invitaron a compartir unas brasas con los hermanos de La Salle y nuestros compañeros de Pastoral en Argentina. Fue una velada llena de experiencias y sentimientos compartidos, intercambio de costumbres y algún que otro susto con la posterior visita al colegio. En definitiva, un momento muy enriquecedor que quedará siempre en nosotros.

Y por fin… viaje hacia Córdoba. Tras algunos retrasos propios de aeropuerto llegamos y nos montamos en un autobús. Fue un trayecto en el que reinaba el silencio debido a lo asombrados que estábamos por lo que íbamos observando. Nos instalamos, dimos un primer paseo por el barrio para ponernos en situación y visitamos el colegio primario. Terminamos el día compartiendo una cena con los Hermanos.

Al día siguiente, domingo, fuimos a la Iglesia de Santa Rita en la primera sección a compartir el momento de la Eucaristía con las catequistas y los niños que se estaban preparando para recibir la comunión, que nos dieron un obsequio con un mensaje; la conclusión que habían sacado de los últimos encuentros que habían tenido. Esperaba tarde relajada, que la dedicamos a decorar la habitación de encuentros y limpiar un poco el jardín. Para cenar, hicimos pizzas caseras y compramos cerveza, que compartimos con Gino y Tayd, dos chicos del barrio que se encargan principalmente de llevar la Casa Joven.

El lunes visitamos el secundario y acompañamos al hermano Rubén a hacer las compras para la colonia, que serán de martes a viernes. Saldremos a las 9 de la mañana a compartir 5 días con los chicos del secundario.

Seguimos expectantes y cargados de emoción, sin saber todavía lo que nos va a deparar este mes en Malvinas. Esperamos que estos días sirvan para establecer un contacto más cercano con los niños, a los que ayudaremos en clase durante las próximas semanas. Todavía no podemos decir mucho más, lo mejor está por venir.

Silvia Garcia

 

 

04.06.19 Envío de libélulas. A poco más de un mes para que zarpen nuestras libelulillas, éstas se juntaron para ultimar datos, horarios y maletas así como para tener el encuentro con los padres. Y en medio, tuvo lugar el acto del Envío de Voluntarios de Verano, un acto siempre emocionante y emotivo arropado por los voluntarios de PROYDE, familiares, profesores, hermanos, Juamba…

¿Qué les diría a las personas que nos acompañaron durante el Envío? A los que están todos los años darles las gracias por seguir trabajando tan duro para que cada dos años un grupo disfrute de la experiencia de Gente Pequeña. A nuestros padres transmitirles tranquilidad por el buen ambiente que hemos conseguido crear y lo a gusto que vamos a sentirnos allí.” [SILVIA, GP19]

“Muchas gracias a todos aquellos que asistieron a uno de los momentos más importantes de nuestro desarrollo como libélulas. Es un honor haber participado en este proyecto durante tres años, pudiendo ver en retrospectiva el cambio que he dado como persona. Una vez más gracias por hacer esto posible.” [VICTOR, GP19]

 

La parte central del acto fue la entrega de cuatro símbolos:

  • CINTA DE LA VIRGEN DEL PILAR
  • PULSERA DE GENTE PEQUEÑA
  • CARNET DE VOLUNTARIO
  • LIBRETA

“Lo que más me gustó de todo el acto del Envío fue el simbolismo de la libreta porque simboliza la evolución de nuestra manera de pensar a través del voluntariado.” [GERMÁN, GP19]

“De los símbolos que nos entregaron, el que más destacaría sería la libreta. Es un símbolo de que esta experiencia no finalizará una vez volemos de nuevo a España, sino que es algo que perdurará y que probablemente nos motivará a colaborar en muchos proyectos nuevos cuando la abramos pasado un tiempo y recordemos todo lo vivido. Además, será una manera de reflejar perfectamente nuestras emociones y vivencias. Sin duda es un regalo que tengo muchísimas ganas de estrenar.” [ANDREA, GP19] 

“Para mí, de lo que nos entregaron, el objeto con mayor significado fue la libreta. Como ya nos explicaron en ella deberemos escribir cada día no solo lo que hayamos hecho, sino lo que hayamos sentido. Por esto me parece una buena herramienta con la que dentro de un tiempo seremos capaces de ver cómo hemos crecido desde ese momento.” [ÁLVARO, GP19]

 

El Envío se completó con unas palabras de Maite y una poesía declamada por el hno. Ricardo:

Vamos, amigo, no te calles ni te achantes,

que has de brillar como fuego nocturno,

como faro en la tormenta, con luz que nace en la hoguera de Dios.

Vamos, amigo, no te rindas ni te pares,

que hay quien espera, anhelante, que compartas lo que Otro te ha regalado.

¿Aún no has descubierto que eres rico para darte a manos llenas?

¿Aún no has caído en la cuenta de la semilla que, en ti,

crece pujante, fértil, poderosa, y dará frutos de vida y evangelio?

Vamos, amigo, ama a todos con amor único y diferente,

déjate en el anuncio la voz y las fuerzas,

ríe con la risa contagiosa de las personas felices,

llora las lágrimas valientes del que afronta la intemperie

hasta el último día, hasta la última gota, hasta el último verso,

en nombre de Aquel que pasó por el mundo amando primero.

“El momento que viví más intenso fueron las palabras que nos dedicó Maite. Me emocionó ver cómo tantos años después sigue teniendo tan presente su experiencia. Se notaba que de verdad había sacado provecho de su voluntariado y espero que a nosotros nos pase lo mismo.” [MERY, GP19]

“Es difícil elegir el momento del Envío que viví con mayor emoción porque es un momento muy bonito y en el que te das cuenta de que no queda nada; pero el momento en el que se me puso la piel de gallina fue cuando leyó el poema el hno. Ricardo, me emocionó mucho tanto el poema como que fuera él quien lo leyera.” [SARA, GP19]

 

 

19.05.19 Comercio Justo y libélulas. Un año más, nuestras queridas libelulillas acompañadas por su Maestro Libélula, acudieron fieles a la Lonja de Comercio Justo celebrada en la Plaza del Pilar.

El Cierzo no estuvo muy a su favor a la hora de llevar a cabo una serie de juegos al aire libre para los más pequeños... pero, para compensar, su presencia y labor fue muy agradecida en el taller de Conciencia Ecológica donde dejaron "su huella" ;-).

 

03.05.19 Convivencia de Gente Pequeña 19. El pasado fin de semana tuvo lugar en Santo Ángel la última convivencia del grupo de Gente Pequeña 19. Un encuentro para ultimar los pequeños detalles sobre el viaje que realizarán en dos meses:

  • Comenzamos aclarando nuestro propósito allí. Nos dimos cuenta de que no queremos ser como Lilly, y que no vamos a ir a salvar Argentina. Tras unos cuantos videos y unos consejos de Carmelo llegamos a la conclusión de que vamos a adaptarnos a su realidad, no vamos a ser sus salvadores.
  • Seguimos con un juego de mesa cooperativo, que al igual que el del año pasado, nos sirvió para darnos cuenta de la importancia de trabajar en equipo. Todo hay que decirlo, el del año pasado se nos dio mejor.
  • Continuamos con un intenso repaso del Protocolo de Autoprotección que es necesario seguir durante todo. el viaje.
  • Compartimos una rica (y abundante) cena y dedicamos la noche a preparar una serie de gymkhanas y veladas para realizarlas allí.
  • A la mañana siguiente, terminaron las entrevistas personales que comenzaron a hacer la noche anterior donde se nos preguntó por nuestros puntos fuertes y débiles, nuestros propósitos y expectativas, etc...
  • Además, terminamos las veladas que empezamos por la noche y dejamos cerrado todo el material que se iba a necesitar.
  • Por último, hicimos un repaso de todo lo necesario para la maleta.

Tras este encuentro solo queda la ceremonia del envío, y en dos meses saldremos hacia Argentina con más ganas e ilusión que nunca.

[Reseña realizada por Silvia]

 

 

24.03.19 Un viaje del que nunca regresaré. Ocho meses después de la ida, y siete desde la vuelta, abro la carpeta “Malvinas Argentinas” del escritorio del ordenador, con la esperanza de que viendo las fotos este texto se escriba solo, de que no tenga que poner palabras a todos los sentimientos que están aflorando y tornando mi piel con ese aspecto tan conocido también por el frío.

Dando un sorbo a la taza de mate entre foto y foto, regreso a ese mes entre julio y agosto, en el que cambió la única manera en la que pensaba que podía discurrir el tiempo. Regreso a Malvinas Argentinas, ese barrio a las afueras de Córdoba, en el que viví, junto a quienes fueron mucho más que mi grupo durante este viaje, en un mundo paralelo y del que, para suerte o desgracia, todavía no hemos vuelto completamente.

Cierro los ojos y recorro las calles polvorientas del barrio, con esos postes de luz amenazantes por el bailoteo provocado por el viento, repletas de imágenes y recuerdos maravillosos: intensas tardes de fútbol y juegos con los niños, vueltas a casa acompañadas de personas increíbles o conversaciones inolvidables. Guiada por una mano que estruja la mía, entro en el Primario y, lo primero que siento, es ese frío que me cala hasta los huesos. Sin embargo, enseguida siento un calor especial cuando, las voces que se escuchaban a lo lejos, van tomando intensidad hasta que se convierten en gritos, risas y fuertes abrazos. Tras cinco minutos de silencio, en los que hemos izado la bandera argentina al son de “Sube, sube bandera del amor”, vuelve el jaleo de niños corriendo con unas canicas en una mano, y un balón de fútbol en el pie.

Me imagino en el Secundario, haciendo alguno de los talleres de la tarde en la “Casa de los jóvenes”: fútbol, vóley, danza, ajedrez o rap, y respiro el talento y la ilusión que inundaba. Siento esos ojos iluminados al hacer lo que más les gustaba y me siento muy afortunada por haber compartido esos momentos con ellos, entre risas y miradas cómplices indescriptibles. Al terminar, después de la dulce merienda, visito las tiendas del barrio, y ya volviendo, me encuentro con Bruno, el perro que siempre nos acompañaba hasta casa.

Dentro de la carpeta, encuentro otra bajo el título “Colonias de aprendizaje”, la abro, y contemplo las fotos de esos cuatro primeros días que pasamos allí. Quién iba a decirnos que esos rostros que nos recibieron con una mezcla de vergüenza, curiosidad, rechazo…, terminarían significando tanto, no solo durante ese mes, sino durante, estoy segura, el resto de nuestra vida.

Cierro la carpeta, apago el ordenador e intento regresar de este viaje virtual. Sin embargo, sé que una parte de mí se ha quedado allí para siempre.

[Artículo escrito por Julia de las Obras-Loscertales Sampériz para la web de La Salle Gran Vía]

 

 

08.03.19 Convivencia de Gente Pequeña 19. Los pasados viernes 8 y sábado 9 tuvo lugar en La Salle Santo Ángel una convivencia del grupo que realizará el viaje en unos meses. Además de ayudarnos a conocernos más e irnos acostumbrando a nuestros compañeros, nos sirvió de formación e información para enfocar lo mejor posible la experiencia:

  • Realizamos un taller de resolución de conflictos y escucha activa que nos abrió los ojos y nos hizo darnos cuenta de que del trabajo a realizar allí va mucho más allá de ayudar a dar clases. Se nos enseñó a enfocar los problemas de la mejor manera posible para poder solucionarlos eficazmente y facilitar al máximo posible la convivencia.
  • Tras una sesión informativa sobre el destino y un primer vistazo al protocolo de autoprotección cenamos con la compañía de nuestras dos acompañantes (Clara y Mapi) y de parte del grupo que fue el verano pasado.
  • La noche terminó con una velada temática, en concreto de "el arca de noé". Cada uno fue disfrazado de un animal y realizamos una serie de competición por equipos.
  • A la mañana siguiente y tras una noche corta y movidita disfrutamos de una sesión de 2 horas en la que se nos propusieron diferentes juegos para hacer con niños de distintas edades.
  • Para terminar tuvimos una sesión de Hara en el exterior en la que nos esforzamos en ponernos en contacto con la naturaleza.

Como de cada convivencia, salimos cargados de información y con los sentimientos y las ganas a flor de piel. Con muchas muchas ganas de aplicar lo aprendido y ver buenos resultados. Muchas gracias en nombre de Gente Pequeña 19 por todo el esfuerzo puesto en nuestra formación.

[Reseña realizada por Silvia]

 

 

15.02.19 Festival Solidario y libélulas. Las libélulas nos juntamos una vez más, pero esta vez para realizar el Festival Solidario en La Salle Franciscanas Gran Vía. Para preparar este evento nos reunimos personas de GP18 y GP19, concretamente acudimos el 12 de este mismo mes.

Tras unos momentos de nerviosismo y un par de ensayos, cada uno por su cuenta, el día había llegado. No se captó nerviosismo entre los presentadores a causa de experiencias previas similares. En general todo salió como esperábamos, algún cambio de última hora, pero nada que no pudiéramos solucionar. Cabe recalcar que ver el festival detrás de las cortinas fue una experiencia muy gratificante, al podernos dar cuenta de como funciona todo para que el festival se realice correctamente.

[Reseña realizada por Víctor]

Añadir un agradecimiento a Majo, Mapi, Alicia y Nerea -libelulillas del 14 y del 16- por su colaboración en el ambigú junto a los tandanacuis de Santo Ángel y, sobretodo, por su compañía y acompañamiento :-)

 

15.02.19 Tandanacuis y libélulas. El pasado viernes 15 de Febrero, los chicos y chicas de Gente Pequeña 19 acudimos a animar el Encuentro Tandanacui que se celebró en La Salle Gran Vía. Realizamos una serie de juegos y actividades principalmente con el objetivo de que los chicos se conocieran más entre ellos y pudieran también ser partícipes de las labores que realizan el resto de tandanacuis de Zaragoza.

Para ello realizamos dos juegos que aprendimos en la pasada convivencia en San Asensio:

  • Uno de ellos para conocer los nombres de los compañeros...
  • Y otro algo más profundo en el que nosotros lanzábamos una pregunta y, por parejas, tenían que hablar sobre ese tema que nosotros habíamos propuesto (en su mayoría, relacionados con Tandanacui).

Tras esas dinámicas introductorias, realizamos unas cuantas danzas y un juego cooperativo. Al acabar, cada grupo se presentó a sí mismo y describieron las actividades que realizaba cada uno en su respectivo centro.

El hecho de que fuéramos nosotros quienes dirigiéramos esta actividad, nos sirvió para:

  • Ponernos en situación.
  • Experimentar ciertos sentimientos que probablemente tendremos en nuestro viaje.
  • Hacernos una ligera idea de lo que es organizar una tarde de juegos con tantas personas y de edades tan diferentes.

[Reseña realizada por Andrea]

 

03.01.19 Topaketa con Jende Xumea. El 3 de enero tuvo lugar en San Asensio un encuentro con grupos de Gente Pequeña de diferentes lugares de España. En concreto, hubo dos grupos que ya habían estado, y otros dos que aún tenían que ir.

Comenzamos el encuentro con unos juegos para conocernos mejor; después de algo de lío con naranjas, limones y macedonias nos contamos cuáles eran nuestros hobbies, qué música nos gustaba o cuál era nuestra habilidad especial.

Tras saber algo más de los demás y hablar de qué significaba para nosotros la experiencia, escuchamos los testimonios de los grupos que ya habían estado. Fue un momento cargado de emociones, tanto por su parte como por la de los espectadores, a los que supieron contagiar perfectamente el entusiasmo y las ganas de vivir la experiencia.

Continuamos compartiendo momentos a la hora de la comida, resolviendo las dudas más extraoficiales y contando los datos más anecdóticos. Después de la comida les tocó el turno a los grupos que faltaban por ir, y que expusieron el proyecto: campañas de financiación, cómo se habían unido, eventos a los que habían ido, etc.

Terminamos el encuentro con una lectura del Evangelio que nos hizo recopilar y reflexionar sobre todo lo vivido ese día.

  • Fue un día para compartir, lleno de momentos cargados de emociones.
  • Fue un alivio sentir que cada persona de allí tenía o había tenido en algún momento las mismas inquietudes y sentimientos.
  • Es una forma de hacer que lo que hacemos cobre sentido y nos llene como personas.
  • Definitivamente es un encuentro necesario, por lo menos una vez al año.

[Reseña realizada por Silvia]

 

 

01.12.18 Fructífero Otoño para GP19. Tras nuestro Primer Vuelo de Prueba, hemos seguido volando y avanzando rumbo a este verano:

  • Por una parte, nos hemos juntado para confirmar que nuestro destino será en Malvinas Argentinas (Córdoba, Argentina) y para concretar nuestro compromiso de participar en el Jende Xumea Topaketa del 3 de Enero, en el Encuentro Tandanacui Zaragoza más el Festival Solidario de PROYDE del 15 de Febrero, en nuestra Convivencia del 8 y 9 de Marzo y en el Encuentro de Jóvenes del Sector en Abril.
  • Por otra parte, no hemos olvidado nuestra vocación de voluntarios como, por ejemplo, en la campaña del Banco de Alimentos llevada a cabo por los grupos Tandanacui.
  • Y ¿os acordais de nuestra Cesta de Navidad del año pasado? Por fin la hemos podido sortear y la agraciada ha sido nuestra querida Ana, profesora de La Salle Montemolín y pilar de la gran familia lasaliana ;-).

 

11.11.18 Celebremos el 11 con nueces. Existe una pequeña aldea de irreductibles pedrosiños que tienen un dicho como arenga para comenzar cualquier hazaña imposible: "¿A que no hay nueces?". Y es que nueces y muchas fue lo que tuvisteis vosotros quince hace ahora justo dos años... ¿os acordáis de aquel primer encuentro aquella fría tarde de otoño de aquel 11 del 11?

Y la Providencia, como un guiño a vosotros, ha hecho coincidir el 11 del 11 de este año con uno de los grandes eventos de la tierra natal de vuestro Maestro Libélula: La Feria de la Nuez de Pedroso. Os la perdisteis pero estuvisteis presentes, la libélula estuvo tal y como lo demuestra este pequeño video resumen de la jornada... y ¡atención! aquel que la encuentre tendrá premio: para el que mande pantallazo al grupo de whatsapp, del fotograma de este vídeo donde aparece la libélula... ¡hay esperando un paquete de oreos! ;-)

 

26.10.18 Nuestro primer vuelo de prueba. Hace casi un año, tuvieron su primer Primer Vuelo de Prueba las entonces Aprendices de Libélulas de GP18 como tal. Y ahora, a pocas semanas de cumplirse los dos años de aquel glorioso 11 del 11 en el que levantamos anclas, izamos velas y zarpamos, cuatro de nosotras de GP19 hemos tenido el nuestro; es decir, por primera vez hemos llevado a cabo una actividad presentándonos como voluntarios de GP19.

Sara, Andrea, Silvia y Mery hemos sido las encargadas de llevar a cabo los juegos de la velada en la Convivencia sobre el Voluntariado de los tandanacuis del colegio La Salle Santo Ángel:

Además de ganarnos unas oreos, a ellos parece que les gustó la experiencia según cuentan aquí y nosotras pensamos que:

"Yo creo que tuvo éxito porque ambas partes buscábamos pasárnoslo bien: en primer lugar los chicos participaron cada vez que pedíamos un voluntario lo que facilitó todo mucho; además las chicas de GP18 aportaron mucha energía y buen rollo; y finalmente, mis compañeras y yo colaboramos para hacerlo lo mejor posible para que los tandanacuis acabarán bien el día." [SARA, GP19]

"Me sentí muy a gusto con lo que hacía, ya que veía que los chicos disfrutaban y se lo pasaban bien con los juegos que preparamos. Me gustó mucho el clima que se generó aunque al principio costara un poco romper el hielo. Pasamos un rato muy entretenido y me resultó muy satisfactorio." [ANDREA, GP19]

"Para mi sorpresa me sentí bastante cómoda, creo que la actividad tuvo muy buena respuesta y lo pasamos genial. Lo más difícil fue sin lugar a dudas captar la atención en los cambios de un juego a otro." [MERY, GP19]

"Al ser de nuestras primeras tomas de contacto con el tema de la animación y los juegos, creo que nos faltó un poco de soltura, pero nada que no pueda mejorarse con el tiempo. Creo que tanto los chicos como nosotras nos lo pasamos en grande, y la poca diferencia de edad favoreció el ambiente. Esperamos poder tener más oportunidades así para llegar a Argentina bien preparados." [SILVIA, GP19]

 

 


LIBELULILLAS DE GIRA

Mañana las libelulillas seguirán volando... decíamos este verano y así está siendo. Una de las actividades a las que se está dedicando GP18 es a compartir su experiencia con los demás de modo que, por una parte, a ellas les ayuda a metabolizar su vivencia y, por otra parte, ayuda a que otros jóvenes -y no tan jóvenes- atisben la realidad que se vive en otros lugares fuera de nuestra zona de confort.

Y así, disfrutemos de sus actuaciones estelares cual rock stars... o participantes de OT ;-)

  • Con Tandanacui de LSGV. El 22 de Octubre, los alumnos de La Salle Gran Vía con inquietud por el voluntariado, escucharon con interés a sus ex-compañeras tandanacuis ahora ya todas unas libélulas de Gente Pequeña. 
  • Con Tandanacui de LSSAZ. El viernes 26 de Octubre, los tandanacuis de La Salle Santo Ángel tuvieron la ocasión de escuchar a las libelulillas como parte de su Convivencia sobre el Voluntariado; dejemos que sean los propios tandanacuis quienes nos lo cuenten aquí. 
  • Con LSSAZ. El 7 de Noviembre y, de nuevo, junto con Rubén que es profesor en La Salle Santo Ángel, se presentó Gente Pequeña a un salón de actos repleto de alumnos de LSSAZ tal y como recogieron las RRSS del Centro. Además de a través de su vídeo resumen de la experiencia en Argentina, fueron Alba y Leyre quienes compartieron su vivencia allí. Así mismo y por una parte, Clara explicó cómo su labor como coordinadora y acompañante junto a Carmelo fue más de mayordomo (por ejemplo, compra de la comida) y guía espiritual; y por otra parte, hizo darse cuenta a los allí presentes de la importancia de quitarse las llamadas Gafas del Primer Mundo. El brohe de oro lo puso el Maestro Libélula acabando con el precioso cuento de las estrellas de mar: 

Érase una vez un escritor que vivía a orillas del mar, donde tenía una casita y pasaba temporadas escribiendo. Era un hombre culto y sensible por las cosas importantes de la vida. Una mañana mientras paseaba por la playa vió a lo lejos un muchacho que se dedicaba a coger estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez al mar.

El hombre le preguntó qué estaba haciendo, a lo que éste le contestó:
- Recojo las estrella de mar que han quedado varadas y las devuelvo al mar o morirán.
Dijo entonces el escritor:
- Pero esto que haces no tiene sentido. Hay miles de estrellas, no podrás salvarlas a todas.
El joven miró fijamente al escritor, cogió una estrella de mar y la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó:
- Para ésta... sí tiene sentido.

 

  • Con el Claustro de LSGV. Avanzamos en el Otoño, y las tres libelulillas ex-alumnas de La Salle Franciscanas Gran Vía hicieron la difusión de su aventura ante los que habían sido sus profesores para orgullo y satisfacción de ellos :-) 
  • Con LSM. Por último, los alumnos de 3º de la ESO de La Salle Montemolín, proyecto SEIN, aprendieron con atenta escucha e inteligentes preguntas a nuestras libelulillas y a lo largo de dos horas.

 

 

16.10.18 El Reto del Agradecimiento. Aprovechando la charla de PROYDE Zaragoza sobre las experiencias de voluntariado internacional de este verano de 2018, nuestras libelulillas de GP18 han aceptado y superado el reto de compartir con todos nosotros su agradecimiento a aquellos que han hecho posible su aventura:

 

Un día como hoy hace más o menos dos años, encontrándome en ese momento cursando primero de bachillerato, supe de la existencia de un voluntariado denominado Gente Pequeña, desde ese mismo día hasta hoy han pasado muchas cosas en mi vida y no solo cosas si no personas que han hecho esta experiencia lo que es.

Me gustaría agradecer:

  • En primer lugar a la gente que compone PROYDE y en especial a Clara y Carmelo por dedicarnos dos años a prepararnos y aguantarnos en nuestros momentos más malos y los más buenos.
  • También un agradecimiento especial a mis padres por en todo momento apoyarme a llevarlo adelante y nunca dejarlo.
  • También a la parte más importante de este proyecto que fueron todas las personas que una vez allí nos ayudaron (hermanos de Malvinas, chicos de Argüello) y en especial a los niños por enseñarme tanto en tan poco tiempo.
  • Y por último pero no por eso menos importante, ya que en realidad es el agradecimiento más importante, a mis compañeras de voluntariado por estar en los momentos de risa pero sobre todo en aquellos momentos de llanto vivo, GRACIAS porque sin vosotras no sería igual y gracias a vosotras puedo decir que esta experiencia ha sido de las mejores que he tenido la oportunidad de vivir en mi corta vida.

[ALBA, GP18]

 

  • En primero lugar, le doy gracias a Ana Aguilar que ya desde pequeñas nos acompañó durante los años de Tandanacui y nos animó a apuntarnos a Gente Pequeña.
  • En segundo lugar a todas las personas que nos han ido acompañando durante los dos años de preparación, por animarnos y ayudarnos a crecer poco a poco.
  • Por último, al grupo que finalmente hemos ido a Malvinas Argentinas por todo el cariño y la ayuda que he recibido ahí, pero especialmente a Julia y a Marta porque si ellas no hubieran estado estos años habría sido muy difícil alcanzar el objetivo.

[CLARA, GP18]

 

Dos años después de nuestra primera reunión, toca echar la vista atrás y darse cuenta de todas las personas que han estado detrás de este proyecto y que nos han dado su apoyo, desde los que lo han hecho diariamente como familiares y amigos hasta las personas que sin conocernos nos han ayudado a financiarnos el viaje.

Por ello, sin mencionar a nadie en particular (porque seguro que me dejaba a alguien), quiero agradecer:

  • Al colegio La Salle Gran Vía y Tandanacui que con anterioridad a estos dos años, ya me abrieron los ojos y me despertaron las ganas.
  • Agradecer a todos los que durante las reuniones de estos dos años nos han dado su tiempo para formarnos, aportándonos lo mejor de cada uno.
  • Por otra parte, a todas las personas que nos han ayudado en la financiación, participando en las rifas, “publicitándonos” o comprando la pulsera que hicimos y que, aun después de haber vuelto, y casi un año después siguen llevándola en la muñeca, en la mochila o en el retrovisor del coche.
  • También, volver a agradecer a las personas más cercanas (familia y amigos) el esfuerzo realizado en todos los sentidos y por haberme acompañado durante estos dos años.
  • Pero sobre todo, quiero agradecer a Carmelo, Clara y las otras siete (Olivia, Villa, Martita, Leyre, Sara, Laura y Alba) estos dos años y en especial, el mes compartido en Argentina; agradecer cada momento vivido, cada experiencia, cada reflexión, cada baile, cada risa y cada alfajor que estoy segura que jamás olvidaremos y que cada vez que recordemos, en nuestros ojos aparecerá un brillo especial.

[JULIA, GP18]

 

  • A mí me gustaría dar gracias para empezar a la organización de PROYDE por hacer posibles todo este tipo de voluntariados internacionales.
  • Seguido, a Clara y Carmelo por saber guiarnos en cada momento de Argentina, por motivarnos y apoyarnos.
  • A mis compañeras de grupo, que ya no son solo eso; para mí, se han convertido en una familia, aquellas personas que no te juzgan, que te apoyan, que te entienden, te escuchan, que aunque ya no estemos allá y ya no vivamos juntas hemos hecho un lazo imposible de soltar.
  • Por último, a todas las personas de Argentina, a los hermanos por mostrarnos la verdadera realidad y a "mis niños" que así es como los llamo yo, porque ellos me han enseñado muchas más cosas de las que les he podido enseñar yo; con ellos, he encontrado la felicidad, cosa que muy pocos llegan a hacer y he comprendido que si no la compartes no sirve de nada.

Mis gracias se quedan cortas porque es una palabra que no puede englobar todo lo que me gustaría, pero aún así, gracias.

[LAURA, GP18]

 

  • En primer lugar me encantaría dar las gracias a todas aquellas personas que hacen posible la existencia de PROYDE porque sin ellas esto no sería posible.
  • En segundo lugar a los voluntarios que he ido conociendo a lo largo de los años y han querido compartir su experiencia conmigo; sus vivencias y reflexiones contagian las ganas de querer vivir algo similar que siempre soñaste pero no veías posible.
  • También a todos los monitores que nos han estado acompañando que no pasan desapercibidos: Clara, Alberto Mochales, Alberto Jarauta, Ricardo...
  • Y por último, y no por ello menos importante premiar a Carmelo, por su esfuerzo, conocimiento, ganas e ilusión; por transmitirnos en cada una de las reuniones y durante nuestra estancia en Argentina.

No olvidaré la oportunidad que se me ha dado de ir a Argentina y formar parte de Gente Pequeña, ha marcado un antes y un después en mi día a día, ahora veo la realidad con otros ojos. ¡¡A todos MIL GRACIAS!! .

[LEYRE, GP18]

 

Si tengo que dar las gracias a algo:

  • En lo primero que pienso es en La Salle y Tandanacui, si no hubiera sido por las numerosas charlas y algunos profesores no habría sabido de la existencia de Gente Pequeña y no me habrían transmitido estas ganas por hacer cosas.
  • A Julia, por haberme acompañado en esto durante estos dos años y por compartir mis ganas.
  • A amigos y familia que han escuchado mis miedos y mis ilusiones durante estos años y sobre todo antes de irme.
  • Y sobre todo y en especial a Carmelo y las otras ocho, porque han hecho todo esto más fácil y por el apoyo mutuo que nos hemos dado; ha sido genial lo bien que nos hemos complementado.

[MARTA, GP18]

 

Ahora que ya han pasado casi dos meses desde nuestra vuelta de Malvinas, recuerdo todo el proceso que me llevó a llegar hasta ahí, y cada una de las personas que lo hicieron posible:

  • Para empezar, me gustaría dar las gracias a mi instituto La Salle Santo Ángel, por ofrecernos este proyecto tan ambicioso en 1º de Bachiller, así como a todas las personas que vinieron a contar su experiencia en la reunión explicativa; ya que sin ellos nunca hubiera sabido de Gente Pequeña ni de PROYDE.
  • De nuevo gracias a todos las personas que una vez embarcada en el proyecto, vinieron a las reuniones a ayudarnos en nuestra formación (Alberto Mochales, Eusebio...)
  • Allí en Malvinas, tenemos que agradecer su ayuda a toda la comunidad de hermanos (Ale, Ulises, Héctor...) así como a los profesores del colegio Héctor Valdivieso y a los monitores de Pastoral, que nos ayudaron a sacar el máximo partido de todas las actividades que hicimos; sin olvidarme de dar las gracias a toda la gente de Malvinas Argentinas, por abrirse tanto hacia nosotras e integrarnos tanto en el barrio.
  • Por último, gracias al Hermano Carmelo y todas las integrantes de Gente Pequeña 18 -Clara, Villa, Marta, Sara, Laura, Leyre, Julia y Alba- por la convivencia de cada día y por hacer esta experiencia aún mejor de lo que podía ser.

[OLIVIA, GP18]

 

  • Comenzaría este agradecimiento, dando las gracias a La Salle y PROYDE por haberme ofrecido esta gran oportunidad, donde no solo he sido totalmente feliz, sino que además he podido enriquecerme aprendiendo a saber valorar lo que realmente es importante; nunca hubiera llegado a pensar que esta experiencia me fuera a marcar tanto y la fuera a recordar con tanto cariño y anhelo.
  • Daría gracias también a mis padres, por la comprensión y por no ponerme en ningún momento ningún tipo de impedimento ya que a veces esto son decisiones duras para los padres, debido a que te vas a un sitio muy lejos, donde te va a tocar enfrentarte con situaciones duras y con una cultura totalmente distinta.
  • Y sobre todo gracias a todas mis compañeras de viaje, ya que sin ellas la experiencia no hubiera sido la misma; porque creamos una gran familia junto a Carmelo y Clara y eso nos ayudó mucho en los momentos complicados donde sabias que podías contar con ellos, como también en los ratos libres donde nunca nos aburríamos y nos lo pasábamos genial.

[SARA, GP18]

 

Libelulillas, muchas gracias a vosotras

por el ejemplo, inspiración y gozo que supone veros

"crecer en edad, sabiduría y gracia" [Lucas 2, 52]

 

 

21.09.18 Encuentro de Gente Pequeña 19 en La Salle Gran Vía. El viernes 21 de Septiembre tuvimos el primer encuentro de Gente Pequeña 19. Tras todo el verano siguiendo la experiencia de nuestros compañeros (Facebook, Twitter, Instagram y ...) por fin nos toca empezar a preparar la nuestra:

  • Con muchas ganas, empezamos de nuevo a pensar en la financiación del viaje, organizándonos ya para ir dejando todo a punto.
  • Además estuvimos hablando sobre lo que pensábamos que nos íbamos a encontrar una vez allí y, a su vez, Carmelo nos iba contando algunas de las curiosidades y experiencias que vivieron en Argentina..
  • Por último organizamos el resto de actividades del año, mientras comenzaba la cuenta atrás para nuestra gran aventura.

[Reseña realizada por Andrea y Germán]

 

 

14.09.18 Re-encuentro de las libelulillas. El pasado viernes 14 de Septiembre, justo cuando hiciera un mes de nuestro aterrizaje en España, vivimos un encuentro entre Gente Pequeña 18 y la Comunidad de Salduba de los hermanos de La Salle que nos abrieron la puerta de su casa para reunirnos unas quince personas alrededor de la mesa y compartir una agradable reunión.

En una primera parte, sobre esta mesa se dispusieron símbolos como la vela o el mantel, aportando un sentido de comunidad y un ambiente relajado y adecuado para compartir. De esta manera, tras una primera oración seguida de una canción que todas conocíamos porque la habíamos cantado con los hermanos en Malvinas y con la que comenzamos a recordar todos esos maravillosos y entrañables recuerdos de allá, vivimos un agradable momento de compartir nuestra experiencia. Sin embargo, este momento no se limitó a contar objetivamente qué labores habíamos llevado a cabo o a contar anécdotas, sino que a partir de las preguntas que nos iban formulando pudimos expresar cosas tan básicas como qué cambios habíamos experimentado al volver o qué echábamos de menos, pero que a veces son tan difíciles de explicar y sentir respuesta de la otra parte.

Como ya se iba haciendo la hora de cenar, continuamos con las conversaciones, pero en esta ocasión, alrededor de la mesa de cenar, en la que compartimos una parrillada acompañada de los platos que cada una habíamos llevado como ensaladas, empanadas, olivas, bebida y algún postre, todo esto bajo un ambiente de celebración escuchando cuarteto de fondo y con el perfecto broche final, que no podía ser sino un bote de dulce de leche.

Queremos agradecer a la comunidad la invitación, la acogida, el trato recibido y los maravillosos momentos que nos llevamos todas de la tarde-noche del viernes

[Reseña realizada por Julia]

 

11.09.18 Y tras otro 11 histórico...